jueves, 22 de octubre de 2015

El placer de sentirse orgulloso de uno mismo


En un día en el que la luz lo inunda todo y no únicamente por el fantástico sol que brilla sobre nuestras cabezas, también por la luz en forma de solución a un problema que llevo arrastrando en los últimos años y que tenía complicada solución. En un día como hoy reflexiono y pienso, que en esta durísima y larguísima prueba, he dado la talla sin faltar en ningún momento a mis buenas costumbres. 

Muchas veces a lo largo de este periodo me decía a mi misma, que tenía todo el derecho del mundo a rendirme y tirarlo todo por la borda, ya que existían razones de peso para hacerlo, pero nunca lo hice, Nunca miré hacia otro lado cuando alguien se cruzaba en mi camino demandando una palabra amable o simplemente un abrazo de consuelo. Nunca durante estos años falte a mi cita con mi sanador running, y digo sanador, ya que cada cita diaria con este amante en forma de deporte que tengo, suponía encontrarme con mi espíritu que aparecía clarividente cuando mi cuerpo se sometía al esfuerzo supremo de la mejora atlética, y que justo en ese preciso y precioso momento, Dios al verme tan vulnerable y desarmada por tamaño esfuerzo, aprovechaba para hablarme a su manera y calmarme, además de rellenar mis depósitos de fe y decirme que no pasaba nada, que había que seguir luchando, y yo claro está, le hacia caso...

Día a día, una semana tras otra, mes a mes, año tras año, LolaCorre, corría...Hasta el dia de hoy, que parecía que no existiría...

Hay tantos matices en esta experiencia, que pienso necesitaría varias vidas para contarlo.

Si hay alguien a quien le interese esto, únicamente decir, que nunca, nunca y pase lo que pase tenemos que perder nuestras buenas costumbres.

No me importa en absoluto que en esta declaración de orgullo, alguien piense que soy creída o similar, ya que la verdad en mi experiencia vital, si que me considero la protagonista del show, ya que al fin y al cabo, la que vive mi vida soy yo, al margen de que pienso que lo que piensen los demás de mi, no es de mi incumbencia.

Finalizar diciendo:

Gracias DIOS, te debo una, y gracias a esos angelitos que me rodean y aparecen de repente ya sea en la tienda o vía whatsapp, vosotros sois el oráculo perfecto.

lunes, 12 de octubre de 2015

Patchwork II




Hoy lo vi claro

Está mañana el párroco de Cercedilla,  vino a comprar a Lola Corre Cercedilla. Le pedí, aprovechando su enchufe en el cielo, que pidiese por mi, que últimamente no me hacían caso arriba, a lo que me respondió: "mira, te puedes hartar de pedir,  que quien decide es Dios". Y tiene toda la razón "El Jefe"  tiene sus razones,  aunque en el momento no queramos o no podamos entenderlas. Hoy vi diafanamemte,  que si lo conseguí en NY, lo conseguiré aquí. " If you can make it here,  you can make it anywhwere, it´s up to you..." dice la canción New York,  New York.
Gracias a los ángeles disfrazados de persona, que vienen a domicilio, a tirar de mi.
Carmen Garcia Cuevas​, sigo al pie de la letra, tu recomendación de nunca perder  mi sonrisa, que Dios te lo pague.




La muerte del cisne

Una mañana más, desayuno con Carlos Alsina despertándome con las últimas noticias, y hoy entre ellas, la muerte de Maya Plistskaya, una de mis bailarinas de ballet clásico favoritas. Durante un tiempo de mi vida, gran inspiración, ya que siempre me hubiese gustado bailar como ella, eso hasta el día que descubrí, que en el ballet clásico no tenia gran porvenir, ya que la naturaleza, me había dotado con un cuerpo increíblemente fuerte, no compatible, con esta disciplina, o por lo menos no compatible con la idea de alto nivel artístico que quería alcanzar. Además, empecé a bailar "mayor", que es un gran handicap. Día tras día me sentaba en el sofá, a rebobinar una y otra vez, la cinta de El Lago de los Cisnes, con Maya de “prima ballerina”, interpretando a lo largo de los cuatro actos a los dos cisnes: “el bueno” Odette, y “el malo” Odile. Nunca vi un cisne “malo”,  tan bueno, que delicada fortaleza, y que precisión y pureza de movimiento, ¡siempre la admiré tanto!... Qué bonita se la veía en el escenario, aunque seguramente por la calle era difícil de mirar, por su extrema delgadez, y aquí sí que hago un símil con Maquiavelo: todo vale, por "lucir bonito" en el escenario. Soy de la opinión, que cuando ves a las personas bailar, o por lo menos a los niveles académicos en los que yo me he desenvuelto, ves el alma de la persona, y “la plistskaya” tenía un alma delicada, pero con una fortaleza para la que no encuentro el adjetivo adecuado. La leyenda del cisne dice que cuando se acerca su final, entona un canto especial, un canto de sollozo y despedida, y creo que en este momento, escucho su eco…Descansa en paz, nunca contemplare un cisne tan bello.

Merece la pena, que le echeis un vistazo, al link que copio. "La Muerte del Cisne", pieza perteneciente, a "El Carnaval de Los Animales" compuesto por Saint Saëns, y no forma parte del Lago de Los Cisnes de Tchaikosvky, como todo el mundo piensa.

https://www.youtube.com/watch?v=_VkujskQjlg

En la maratón, sin estar en ella

Ayer, mientras desayunaba junto a mi compañero de aventuras, y siguiendo la retransmisión en TDP de Rock ‘n’ Roll Madrid Maratón, con el gran aliciente, de tener narrando la misma, a mi gran amigo Alberto Hernandez, y al también amigo y mítico corredor Vicente Capitan, decidimos al escuchar y ver el disparo de salida, bajarnos rápidamente a vivirla en primera persona, y no únicamente animando a los miles de corredores, no, decidimos calzarnos las zapatillas, y acompañar durante algunos km, a mi hermano Miguel Angel Chico​, que salía con el objetivo de mejorar su marca personal. Rápidamente, nos ataviamos con “los aperos” de running, al coche y 55km hasta Madrid. Fue curioso, ya que en ningún momento, nos preocupo el diluvio que ya caía, y que ya con antelación, se había previsto, lo único que estaba en nuestras mentes, era aparcar en un buen sitio y posicionarnos en buen lugar, para que nuestro Miguel, no se nos “pasara”. Nuestra primera localización, el Parque del Oeste, Km 23 aproximadamente, donde tuvimos la fortuna, de ver pasar a la cabeza de carrera. ¡Qué lujazo! en nuestra solitaria localización, tuvimos el gran honor, de ver pasar frente a nuestras narices, al ganador de la prueba. ¡Maravillosas naturalezas! las de estos corredores, que no corren, se deslizan por el asfalto, a vertiginosos ritmos, que la gran mayoría de nosotros, no vamos a experimentar, ni en uno de esos gloriosos días de series, en el que se produce el milagro. Bueno, ya hemos visto, a un buen “puñao” de súper-series, nos subimos a Pintor Rosales a seguir animando, y donde comenzamos a ver a nacionales de los buenos, que también se baten en su personal batalla. El goteo, poco a poco se va convirtiendo en grupal, y en una de estas pequeñas “manadas”, las primeras mujeres, escoltadas por un montón de corredores, que sabían que si se unían a esa “grupeta”, registrarían un marcón. “Gacelas”, que te hacen pensar, que también en el running, existe el destino, ese destino, esclavo de que un montón de factores se alíen, para que seas una estrella del running, y que no únicamente se mide por la capacidad de sacrificio, esfuerzo y demás factores, que podemos considerar como una elección personal, no, en el running, también tienes que ser tocado, por esa varita mágica, que te diferencia del resto y te hace brillar, y que es una carga espiritual más que otra cosa. ¡Vaya gran responsabilidad defender tanta exclusividad! y que cansado debe ser…Mi acompañante y yo, comenzamos nuestra particular jornada de animación, hasta que localicemos a nuestro maratoniano a seguir. ¡Que bonito intercambio energético! animamos y la grandísima mayoría de corredores, nos dan las gracias, ¡vaya lección de educación! van sumidos en su esfuerzo, y nos regalan el agradecimiento. No creo que los vecinos de la zona, pensasen lo mismo, ya que creo, que a muchos, les levantamos con nuestros gritos, pero bueno, es la maratón de nuestra ciudad y todo se perdona. Acaban de pasar la primera media, y yo como corredora de maratón en siete ocasiones, conozco el gran abanico de posibilidades, que se abre en nuestras poderosas cabecitas; “la pase, según lo esperado”, “voy muy rápido, y seguro peto”, “ me estoy sintiendo bien, que bien hice de iniciar la prueba en negativo”…Cuanto da de sí, el pensamiento durante 42km 195m, cuántos picos se atraviesan, desde esa euforia que te embarga en la salida, y que te acompaña durante los 10 primeros km, más o menos, hasta, que aparece esa oscura posibilidad, que casi ninguno contemplamos cuando estamos en reposo: ¿y si me tengo que retirar?. Observaba a todos los valientes que pasaban, y me ponía en sus pies, ¡que únicos le hace, haber tenido el arrojo de apuntarse a la prueba! pase lo que pase, ya se han ganado la medalla, que por cierto, es súper chula en esta edición. Me emocionó, muchísimo, que muchos de ellos pronunciasen el nombre de Pedro y el mío, ¡qué pequeño gran universo!, nos conocemos todos. ¡Ya tenemos a Miguel aquí! e iniciamos la carrera junto a él. Pedro​ y yo, nos miramos y nos decimos el uno al otro, ¡qué rápido va!, y se le ve muy entero, tanto a él como a su amigo. Entramos en la vorágine, nos calentamos y a ver y correr la prueba desde dentro. Mi hermano no necesita liebre, va sobradísimo, actuaremos como aguadores y motivadores emocionales, no tiene necesidad de más. Su amigo no va tan pletórico, así que Pedro se queda con él y yo me marcho con Miguel, al que también le esperaba otro amigo en el km 37. Mi acompañamiento, llega justo hasta ahí, no me necesita, va en buenísima compañía, y probablemente, pueda ayudar más un poco más atrás, así que me paro a esperar y veo pasar a muchos corredores que he adelantado yendo con mi hermano, que volaba, hasta el punto, que en un  momento miré mi GPS en el km 34, e íbamos a 4:22, y dude, si le iba a poder seguir la estela. Ya tengo a Pedro y a nuestro maratoniano descolgado, al que veo falto de fe, y aquí es donde le vi la auténtica cara de la maratón: mirada perdida, respuestas sistemáticas, la educación de no pronunciarse, y decirte que va mal, porque le estás acompañando…Puf, pienso se le van a hacer eternos estos últimos km, y que fácil es, animarle desde mis zapatillas, a las que les faltan una media maratón para equipararse a él. Nuestro “maratoniano”, lo lucha y nos sorprende a medida que se acerca la meta. Y ¡ya estamos entrando en Retiro! y nuestra tarea está acabada, así que nos retiramos en la primera salida, y le dejamos disfrutar de su momento de gloria. ¡Qué inspirador ha sido acompañarles a los dos! Cuanto ha merecido la pena correr un día más. Que afortunada me siento, de ser una runner, y cuanto, cuanto le debo al running, nunca os podríais imaginar cuanto me ha regalado correr, cuanto he descubierto y he conocido. Maravilloso cuerpo el mío, que me deja experimentar y disfrutar de esta experiencia. La mayoría de personas que leeréis esta entrada, también disfrutáis de esta experiencia, pero si alguno de vosotros, no lo hacéis, dadle una oportunidad, y ya nunca nada, será lo mismo. Enhorabuena a todos los que corristeis ayer y a todos, los que lo hacéis cada día de vuestras vidas, al ritmo, distancia o terreno que sea, somos unos afortunados.
Fotos de mi primera maraton, que corrí con una liebre de lujo, mi hermano Fran Chico






Patchwork



Tenía claro desde que inicie mi aventura bloggera, que quería recapitular todas mis entradas de Facebook. Muchas de ellas con "rumbo" y muchas de ellas sin el. Pensé que la palabra inglesa patchwork, que para quien no lo sepa es el arte de unir telas de diferentes colores y tamaños, era la perfecta, lo que no me imaginaba era que pesquisando me iba a encontrar el alto simbolismo de este trabajo que podríamos denominar de costura o trabajos maneales. Resulta que este colorido arte, tiene la función de enviar mensajes, de comunicar. Los que me conoceis un poco, os podreís imaginar la emoción que he sentido al descubrir esto, que tiene tanto de espiritual. Un descubrimiento, que tengo tan cerca como que tengo un cuadro de patchwork en el salón de mi casa. No me las voy a dar de mística y escribir que yo ya sabia que algo pasaba con aquel cuadro, ya que mentiria, pero si que reconozco que observar los colores de aquel pedazo de tela que compré un dia de aburrimiento trabajando en Cuenca, siempre me han llamado la atención. Lo que me ha parecido mas interesante, es que los esclavos de los Estados Unidos, consiguieron escapar de sus captores a base de enviarse mensajes camuflados en colchas de patchwork, y así conseguian alcanzar la frontera de Canada y ser finalmente libres.

Aquí va mi personal patchwork hecho de entradas y de momentos de mi vida.

Mi sombra y yo

Me levanto directamente decidida a aplicar a mi vida mi particular Método Salesiano, sistema que utilizó Ortega Lara, para poder resistir sus 532 días de cautiverio en manos de ETA. Suena extremo y dramático, pero es un sistema práctico que te evita de pensar mucho y te hace “hacer”. Mis piernas parecen dos columnas jónicas, que de entre las columnas, son las más femeninas, y digo femeninas por eso de que estoy en días “de chicas”, donde todo se ve grueso y pesado, e incluso hay veces que con un puntito de divertida esquizofrenia. Ya llegó el recurrente y oportunista pensamiento de “hoy no corro”, pero de inmediato lo deshecho, ya que de solo pensar, lo mal que me voy a sentir después... Hoy nada de modelitos fosforitos, pantalón una talla más a la mía, camisetita discreta, gorra y gafas para que no se me vea el hinchado careto que tengo por haber dormido tanto. Dormí hasta el punto que me perdí la lluvia de estrellas, pero da igual, yo tengo mi particular lluvia cada vez que salgo a mi terraza y miro al cielo. Ya estoy en la tienda, y el reloj de la plaza toca 8:45, time to go!! La perfecta excusa, sincronizar el GPS para eludir lo ineludible, vamos a ver si hay suerte y tarda, pero malas noticias, hoy le ha dado por sincronizarse con los satélites rapidito, será cabr.. En mi I Pod, Crazy, versionada por Alannis Morisette y en un día como hoy, me pega todo esta canción. Salgo a ritmito, y no solo el de Alannis, sino el de de mis cansadas piernas, que bastante están haciendo las criaturas con soportar “mi peso”. La salida del pueblo no es un problema, casi un kilómetro favorable para entrar en calor, pero esto es Cercedilla y enseguida aparecen los casi 3 km en forma de cuesta interminable que llega hasta el cruce. A partir de este punto pega el sol, así que mi sombra se despierta y también comienza su entreno. La miro y le digo: venga si, zancadita sin levantar mucho los pies del suelo, pero intentando hacer ese extra avance casi imperceptible que a lo tonto te hace avanzar. De repente, jcdfotografia en su furgoneta plateada, un regalo envuelto en sonido de claxon que me regala energía y me refuerza. Pienso que Juan Carlos y yo, nos vemos muchísimas veces en este tramo. El pensará, “esta pobre, ahí va, nevando, lloviendo, asándose…” y yo pienso, sobre todo en época invernal, “que calentito va…”, pero también pienso en este hombre, cuando va a las carreras en las que todos nosotros participamos, a hacer fotos, y se queda horas y horas parado para inmortalizar nuestros únicos, épicos e irrepetibles momentos trail runner... Bueno, ¡parece que voy mejor! Llego al cruce en 16 minutos, que no está nada mal, para este poco favorable estado en el que me encuentro. Giro a la izquierda y mi sombra y yo seguimos subiendo, la miro y que interesante, no se la ve nada mal, que estilo tiene, parece que hoy se la ve “muy asfaltera”, ¡me gusta! qué bien acompañada voy. Miro mi reloj y 19 minutos, si me empleo un poco a fondo, corono con marcón. Mi sombra y yo nos sobresaltamos debido a un continuado pitido que nos persigue. Nos giramos y vemos a un camión de alquitrán de los que están asfaltando la zona, su conductor, que me parece no conozco, nos está animando gritando a todo lo que da, y no puedo menos que reír y agradecer. Con esa sonrisa corono dignamente en La Fonda Real y vamos “pa bajo”. Ya estoy en "mi casa", este es mi terreno y me he ganado el disfrute. Diviso un vehículo a lo lejos y a un hombre que desciende de el, y que curioso, se pone de repente a correr, lo gracioso es que va con vaqueros largos y polo, el calzado no lo distingo, pero pronto lo voy a hacer… Huelo a sangre, así que ¡a por él!. Le recorto pero no tan rápido como pensaba. Se para en seco momentos antes de interceptarle, y hace el clásico ademán, de ajustarse el calzado y ¡va con zapatos!…Sigo y rápido, voy comodísima a un poquito más de 4´ el km, y vuelvo a observar a mi inseparable sombra, y pienso ¡que bonita que es! cuanto lucha y que poco se queja, viene conmigo siempre y  nunca me abandona, bueno si, cuando está oscuro y no hay luz, es tan elegante y discreta que se retira para no molestar. Ya descendemos y entramos en el pueblo. Ya estoy en la puerta de la tienda, y un hombre que veo cada día corriendo su personal carrera, ya que sin sus dos bastones no podría avanzar, me pregunta: ¿ya has corrido tu maratón?, y le respondo, bueno maratón hoy no, me rebate y dice, bueno la media maratón, y le digo tampoco, ya cambia el tono y dice, bueno ¡el cuarto de maratón! Me río…concluyo esta entrada, dando a conocer la prueba de Cuarto de Maratón, creada por este Señor, que conozco, pero desconozco su nombre y que como el soldado mensajero que murió al recorrer los 42Km 195m para dar la noticia de la victoria de los griegos sobre los persas,  se le honra con la prueba reina del atletismo. ¡Queda instaurada, y queda honrado este Señor! He dicho. Fdo: LolaCorre

El simbolismo de la libélula

Un amigo que habitualmente me envia las fotos que hace, me envió hoy entre otras, esta preciosa libélula de alas azules.
Insecto primitivo, el único que tiene la capacidad, de desplazarse, aparte de a gran velocidad, hacia atrás y lateralmente. De los pocos con dos pares de alas, al igual que la mariposa y las abejas. Antiguamente a Japón, se le llamaba Islas Libélula, de ahi su gran afición, por este insecto. Simboliza, la transformación y el cambio, y hay mucha leyenda entorno a este animal. El día que mi perro Benito, nos dejó, aparecíó esta fantástica libélula en la herradura que pende de la puerta de Lola Corre Cercedilla​, y en ese momento supe, que habia iniciado su eterno viaje. Benito, perro siempre mágico.



martes, 6 de octubre de 2015

Una corredora con signo de aire en El Cross de Los Vientos

Los astros se confabularon para que yo naciese un nueve de febrero, así que soy Acuario, signo de aire al igual que Geminis y Libra. Creo que todo ese aire folclórico que me caracteriza, se debe a que nací en pleno carnaval. A mi signo le rige el planeta Urano, cuya atmósfera esta formada principalmente por hidrógeno y helio, así que asistir al Cross de Los Vientos, iba a ser estar en mi medio, por eso de los vientos... digo.
Siempre me llamó la atención esta prueba con ese cartel tan colorido y con un "astral" tan alto.

Acostumbro a vivir en el momento en el que estoy a pesar de que Acuario es un signo de avance y futuro, pero desde que Jonas me invito en el mes de agosto, quería que "el dia" llegase para correrlo.

Bueno,  pues ha llegado el cuatro de octubre y mis ganas siguen vigentes ¡me apetece muchísimo correr!, además creo que lo voy a hacer bien, ya que me han comentado o me ha parecido leer, que hay mucha pista corrible, así que pienso voy a hacer realidad el clásico y manido "a disfrutar", además me quiero sacar las espinas del Yelmo y de MUT 21K, donde la frustración se convirtió en "okupa" de mi running.

Tengo a la motivación en forma de novio-runner, que lleva desde la tarde anterior regalándome tips que escucho con atención y que guardo como la ropa de invierno en verano, en un armario imaginario, y que saco del susodicho mueble cuando comienza a refrescar y necesito abrigarme para no pasar frío.

Es la hora de elegir mi indumentaria para la carrera, así que abro el cajón y siento que quiero vestir con algo rojo...Es raro esto de vestirme de rojo, solo me pasa cuando corro NYCM y básicamente lo hago por sentirme más española, entre tanto runner internacional.


El clima parece que no nos va a acompañar mucho, está lloviendo. Bueno, pienso, mientras no diluvie como en 261 WM, Mallorca 2014, donde nos jarreo a lo largo de los 42km 195m. Tenía tanto agua dentro de mis Asics Nimbus, que hubo un momento que pensé en descalzarme y correr como la sudafricana corredora de 1500m Zola Budd, pero pensé que la gente iba a pensar lo hacia para llamar la atención, así que me deje las empapadísimas zapatillas puestas con sus consiguientes efectos colaterales, muy desagradables de narrar.


Como llueve es mejor llevar poca ropa. Mi hermano Fran me dijo en una ocasión, que cuando cae mucho agua es mejor llevar lo menos posible ya que con el agua todo pesa mas, aparte de pegarse a la piel, algo que lo complica todo sobremanera. No únicamente no quiero que llueva por mí, no quiero que llueva por la organización ya que desluce muchísimo el evento y me produce franca tristeza tanto esfuerzo y preparativo pasado por agua.

Durante el corto viaje hasta nuestro destino, Pedro menciona: "que raro que TodoVertical organice una prueba tan poco montañera..." No le respondo, no se que decir...

Llegamos a Las Navas del Marqués, aparcamos y seguimos el protocolario ritual: recogida de dorsales y un poquito de relacionarse y vivir el ambiente runner, que tambien forma parte de la carrera. Vemos a Jonas coordinando y montando bajo la lluvia, y pienso: ¡que buena energía tiene! ¡que alegre es! en ningún momento se queja por la lluvia... Me encanta la camiseta lila de la prueba, ¡chulísima!
También la visita al bar de la localidad es un clásico, así que "cafelito" negro rebajado con agua y "a correr".
Me visto en el coche y cuando me dispongo a calentar, me doy cuenta de que mi IPod no tiene batería, y me parece como de brujas, ya que la noche anterior antes de meterme en la cama, baje expresamente al salón para cerciorarme de que no necesitaba cargarlo...Pues nada, "lo que sucede conviene" será que tengo que correr sin música. Calentando parece que todo esta en orden a pesar de que hoy no voy a llevar banda sonora.

Montones de camisetas verdes inundan la plaza de la localidad, y nivelazo en chicos, estos hombres no van a tener otro remedio que correr rápido. Me gusta ver a los jóvenes en la salida, ellos disputaran una prueba más corta, Que bien que haya cantera en los clubs, y como fomenta los valores en la gente joven hacer deporte.

Ya hace un ratito que la lluvia ha cesado, no va a abrir, pero parece que nos va a respetar. Como no llevo música, escucho todo y justo detrás de mi, una voz femenina que le está haciendo preguntas a otro corredor, la presto atención porque utiliza términos atléticos muy correctos, y me digo a mi misma, esta chica seguro corre bien pero no la veo y casi prefiero no girarme a mirarla quiero salir libre y sin condicionar, voy a hacer mi carrera, a pesar de que mi amiga Begoña esta por ahí y no me va a poner las cosas fáciles. Con Begoña me sucede algo curioso, a pesar de ser rivales no la siento una enemiga. ¡Me encantan esas gafas que se ha hecho para correr! le dan un aire potentísimo, me recuerda al mítico jugador de baloncesto Kareem Abdul Jabbar ¡que look tan kool!

Ya estamos en la pole y ¡ahí vamos! ¡a correr! Salgo casi en la cabeza y rápido ya que el principio me va mucho. La salida del pueblo me recuerda un poco a la primera parte de Cerro Marmota que tan bien se me dio. Voy rápida pero no ahogada así que bien. Como no llevo música, siento perfectamente a los corredores que tengo cerca, y justo detrás me parece escuchar un jadeo femenino...el jadeo se convierte en una corredora con camiseta del TodoVertical, y me adelanta, le rebato el adelantamiento en la primera bajada importante y recupero la cabeza, pero no por mucho ya que en la primera subida fuerte me pasa y directamente se aleja a un ritmo envidiable e inmejorable. No pasa nada, esto esta dentro de las cosas que pasan en las carreras, no es la primera vez y con absoluta certeza no será la última. Siento esta segunda posición femenina afianzada, solo hombres me acompañan. Las subidas no se me están atragantando mucho, así que la cosa pinta bien.
En el primer control ya escucho el angelical canto de "segunda mujer" y un paisano de la zona me "chiva" que a continuación una subida de unos 500m y pista para correr. Ya arriba veo un largo camino serpenteante realmente corrible y esto me anima sobremanera. Mis piernas no están mal pero no acompañan mucho a mi cabeza, siento mi zancada poco eficiente, la siento corta y esto me obliga a ir muy revolucionada pero no voy muy molesta, voy y parece que afianzo mi ritmo en este llano. La pista se acaba y desemboca en una súper trialera con piedra grande y suelta y en ese momento me doy cuenta de que mi elección de zapatillas no ha sido la mejor, me he decantado por unas voladoras y no tengo ni agarre ni absorción de impacto, pero paso totalmente, yo me tiro.  En mi rápido descenso adelanto a unos cuantos corredores mas prudentes que yo. Estoy bajando valiente pero no demasiado segura, y huelo en el ambiente "el galletón" que me esperaba unos km mas tarde, pero como cuando me pongo un dorsal me convierto en una inconsciente, no hago ni caso de mi intuición. Al final de la trilera JCD Fotografia, que me retransmite como va la primera chica. Cruzo el asfalto y una cara amiga, Oscar Gomez de voluntario y dándome ánimos personalizados, que agradezco tanto...En este tramito estoy sola y no pierdo atención sobre la baliza no vaya a ser que me despiste. Una nueva y empinada trialera y aquí llegó "la crónica de una caída anunciada", me la pego a lo grande ya que iba con velocidad, pero igual que caigo me levanto como un resorte, pero me he hecho daño. Un amable corredor que tengo justo detrás me pregunta, pero le digo que no pasa nada y continuamos. En los siguientes kilómetros la cosa se me pone "cuesta arriba" y recuerdo la mención de Pedro sobre como TodoVertical organiza una carrera tan poco montañera...¿tan poco montañera? Aquí hay repechos para aburrir. Entre los cuestones y el cansancio supremo que me posee, me viene a la cabeza mi amiga ultrera Paquita , que me contó que ella aprendió a andar/correr con su abuela que era recovera e iba por los pueblos con dos grandes cestas y como no podía transportar las dos al mismo tiempo, dejaba una adelante y volvia corriendo a por la otra, cuando Paquita la acompañaba en su ajetreado trabajo le decía: "vamos hija, ¡abrevia!" para que se diese prisa. La historia se me ha quedado tan grabada y me parece tan bonita, sobre todo porque su abuela desde el cielo la estará contemplando orgullosa haciendo ultras y haciendo "el abrevia" que ella le inculco...Ahora "el abrevia" tiene una practicante más, que soy yo. Pues entre abrevia y abrevia, me encuentra en "su camino" mi amiga Begoña que en este terreno me da sopas con ondas. Intento ir con ella pero se me va poco a poco y ahora voy la tercera que tan pocas garantías me da, con lo protegida que me sentía yo la segunda...La tercera posición genera muchísimo estrés, ya que te baja del cajón sin anestesia.

La cosa se ha puesto durísima, además en este momento el cross hace honor a su nombre, hace un vendaval increíble. Nos metemos en una pista que de nuevo sube y encontrar el control se vuelve algo urgente ya que necesito beber. Ya lo veo, pero antes un niño que me llama "maquina" y me hace pensar, es un niño pero anima como un adulto...!me gusta! Tenemos otra cuesta potente y arriba los gigantes molinos de energía eólica. Corono justo debajo de ellos y en este momento me doy cuenta que si llego a llevar música me hubiera perdido el sonido de las hélices gigantes bandeando el viento..Que vulnerable y volátil me siento, me impresiona tanto....El entorno es de pelicula, tenemos una super corrible carretera de asfalto muy suelto decorada por estos molinos. Cambio mi postura y me enderezo para convertirme en asfaltera y vuelvo poco a poco a mi ser. Ya nos queda poco, dejamos el asfalto y a lo lejos se divisan Las Navas del Marques, así que a dejar el resto. Cojo a los dos corredores que tenía en la distancia y hacemos juntos los dos últimos km. A falta de un km veo una silueta familiar, y aquí tengo a Pedro, y me parece raro verle animando fuera de la montaña y como le agradezco que me acompañe en mis pequeños retos.

Ya veo el arco, está lejos, pero lo veo y escucho a Jonas decir algo así como "desde Cercedilla, la tercera clasificada Lola Chico".

Estoy muerta pero feliz, he sufrido pero me ha encantado, lo volvería a correr sin ningún tipo de duda. 23 variados km, que bien gestionados te hacen tener una de esas careras para no olvidar.








¡Como se puede estar tan enganchada! Estoy rememorando en este escrito lo que he sufrido y me están dando ganas de correr...Esto solo lo podemos entender nosotros, que hemos convertido el correr en una forma de vida.

¡¡Corred, corred Malditos!!


domingo, 27 de septiembre de 2015

Hacer daño no esta bien - Madrid Ultra Trail 21K

Esta va a ser una entrada breve, que tiene un firme propósito: sumar




Ayer en la linea de salida lo último que imaginaba es que hoy domingo, iba a escribir un escrito de estas características. Pensé a medida que transcurrían los kilómetros de la prueba Beginners, de la que yo formaba parte, iba a ser una entrada de redención en la que me iba a sacar la espinita del Cross del Yelmo, donde tan mal lo pase. Pues así parecía hasta el km 19 donde ocupaba una honrosa y ganada segunda plaza con muchísima posibilidades de convertirse en una primera, ya que recortaba muchísimo bajando a Ester, que prácticamente había estado liderando toda la prueba. Pues bien Ester y yo, junto a otros corredores, decidimos "llegar hasta Los Molinos" ya que la prueba se nos quedaba cortita, así que decidimos añadir seis kilómetritos más... En definitiva, que nos perdimos con su consiguiente cabreo y protesta a la llegada, quizás en mi caso, demasiado vehemente, pero yo soy así, intensa y justiciera. Soy igual para protestar en que se me reconozca la injusticia de haber luchado por un podio en una carrera, como para recoger a un gato recien atropellado que estaba el otro día en la puerta de La Iglesia del Carmen sin poder moverse, y las personas que salían del funeral al que habíamos asistido todos, no solo fueron incapacaes de recogerlo, ya que estaba en la mismísima puerta, fué bastante peor, le daban pataditas para que se apartase...bueno la gatita, ya que era una joven hembra, tuvo suerte de que yo pasase por allí y sobre todo de que yo tenga una amiga como Rocio de Dardipet, defensora a ultranza de los animales.Gracias también a la policía local por su profesionalidad.

¡Bueno! para hacer una larga historia corta, nuestra lucha no acabo en lo más alto, pero en mi caso personal finalizó en un grandísimo entreno de casi 27 km en montaña en menos de tres horas.
Por el camino y coincidiendo con el alto de Peñota, el mejor de los geles: mi enamorado "un hombre imperfecto, que hace mi vida perfecta" animándome en cumbre y bajando detrás de mi  hasta que le deje, ya que descendí casi despeñándome. Mil gracias a todos los participantes de la maratón que me animaban y jaleaban al cruzarnos en la larguísima trialera, que el running os lo devuelva.

Ahora ataco el punto donde quiero llegar: siempre he sido de la creencia, de que en la vida hay que dar segundas oportunidades a todo el mundo, ya que estamos aquí en esta existencia para aprender, mejorar y evolucionar principalmente. Pero sobre todo esta segunda "chance", hay que dársela a los valientes que se atreven y arriesgan, hay que concedersela a todos aquellos que luchan por superar los obstáculos que se les van presentando en su muchas veces arriesgadísima apuesta. Yo se de primera mano, lo que ha luchado el equipo de la organización de Madrid Ultra Trail, conozco todas las trabas burocráticas que han tenido que sortear, se de la falta de sponsors, se del factor humano que muchas veces es el peor, que critica mucho antes de tener hechos de peso para hacerlo, pero los humanos somos así, en vez de unirnos nos derribamos cuando deberíamos ayudarnos entre nosotros..

Seguro que ha habido muchas cosas  mejorables en esta carrera, pero la mayoría de las veces para acertar hay que errar y el que esté libre de pecado que tire la primera piedra. Todos hemos asistido a eventos deportivos y en mi caso profesional también de ámbito artístico, en los que ha habido fallos garrafales, y que con el tiempo se han tornado en eventos de éxito que perduran a través de las ediciones y del tiempo.

A mi desde mi pequeña plataforma me gustaría trasladar a Ales, Mª José, Eva, Ana,..familia, ya que estaban todos allí con los voluntarios luchando por hacer las cosas bien, mi cariño y comprensión y mi enhorabuena por vuestra valentía. Por luchar por algo en lo que se cree y se quiere, aunque suponga un gran reto que no todo el mundo se atrevería atacar con la ilusíón que todos vosotros habéis imprimido.

No hagamos leña del árbol caído, se merecen una segunda oportunidad en la que estoy segura que se corregirá todo aquello que no nos ha aparecido adecuado.

Yo si os concedo esa segunda oportunidad, estaré en la línea de salida el próximo año.

Lola Chico

Mensaje para mi amigo Ales:

Ales, tenía el corazón partido viendo tu carita cuando yo discutía con el juez. Te sentía perfectamente. Te aprecio muchísimo al igual que a tu mujer Mª José, ya que se de vuestra honradez y buen hacer Disculpa mi pasión desmedida





jueves, 24 de septiembre de 2015

Cross del Yelmo: ni primera, ni segunda, ni tercera...ni cuarta



El ritmo de entradas a mi blog en las últimas semanas ha descendido notablemente, pero también ya era preocupante tanta creatividad desmedida muchas veces. Una persona de mi círculo más cercano me recomendó que me dosificara, que al final toda esta creatividad, iba a producir un efecto spam que se volcaría en mi contra.

El pasado sábado en El Asador de Angel, que para quien no lo conozca es el templo del trail running internacional, a Chamonix le gustaría tener un garito de esta talla, la inspiración hizo su aparición estelar una vez más y lo curioso, es que esta vez no me pillo con las zapatillas puestas, apareció cuando me tomaba un espumoso y delicioso café con leche tirado por Dani y rodeada de eso,  trail runners y además de los buenos. Mi enamorado y yo caímos allí de purísima casualidad y nos encontramos con la mejor de las reuniones. En esa mesa, se encontraba Nerea Martinez, que no hace falta decir quién es y las Genuinas Chicas Garmendia, título que nació originalmente el pasado año en la IVX Edición del Cross del Yelmo a raíz de una foto que se hizo el corredor de Km Vertical Pedro José Gracia Garmendia, más conocido como Peter The Mali para los que corremos montaña, justo delante del impresionante Yelmo rodeado por estas corredoras. A mi al contemplar tan divertida imagen lo único que se me ocurrió decir fué, que aquellas parecían Las Chicas Garmendia, por lo de Las Chicas Almodóvar, todo sea dicho. Este denominativo lo volví a utilizar el pasado mes de abril, cuando la revista Runners publico un artículo dedicado a Pedro escrito por mí (con la colaboración de mi "hermano" Alvaro Rodriguez) lo único es que a algunas de las corredoras que incluí en el susodicho escrito, les ofendió sobremanera que las mencionase en este inofensivo y pensaba divertido grupo. Desde aquí mis disculpas más sinceras, pero como me dijo mi padre una vez, tengo exceso de buena voluntad, incluí a personas que no deberían engrosar esa lista y que nunca debieran haber aparecido por puro cariño y generosidad. La verdad es que es cierto, nunca, nunca las tendría que haber mencionado. 

Marisa, Maribel y Sonia, Genuinas Chicas Garmendia & Amazonas del Trail

Bueno, lección aprendida y la vida sigue.

Las Genuinas Chicas Garmendia, fueron la antesala de mi carrera del pasado domingo en Manzanares del Real, encontrarlas allí sentadas supuso una extra dosis de fuerza para afrontar el reto que me esperaba al día siguiente.
Debo confesar que hacía muchísimo tiempo no me reía tanto, y hubo momentos que me trasladaba a mi universo artístico, ya que Maribel y Marisa me decían continuamente "Mari" a modo de cercanía y me recordaba a "la profesión",  refiriéndome al mundo de la farándula, donde tanto hombres como mujeres utilizan de manera reiterativa el "Mari" que me encanta y que siempre me encantó, ya que me parece súper-cabaretero y chic al mismo tiempo.

Estaba inscrita en la prueba desde el pasado uno de agosto y todo por miedo a quedarme sin dorsal. Esperaba el día de la carrera muy ilusionada y motivada. Muchos de mis amigos me comentaban que la segunda parte del cross me venía al pelo ya que era prácticamente todo bajada, terreno en el que me defiendo de maravilla.

Cosas e imprevistos de la vida, la semana pasada la pase con una gastritis de caballo, o por lo menos eso fue lo que me diagnostico el médico. El viernes me calce las zapatillas para subir al Piornal y ver cómo me respondía el cuerpo después de tanto revoltijo, y no me encontré mal del todo, así que decidí asistir al Cross.

El domingo me levante tranquila y confiada ya que el recorrido me lo conocía muy bien y sabia donde podía apretar, reservar, andar, correr etc. Me producía muchísima tranquilidad los aproximadamente tres primeros km de asfalto donde podía correr más en mi línea. Casualmente a esta carrera asistía sola ya que Pedro subía a Navarra a un vertical, pero esto para mí no es problema la soledad es una buena amiga mía, imaginaros que me marche a NY a los veinte años, persiguiendo el sueño de bailar en esa ciudad, con las piernas torcidas de haber montado tanto en bicicleta, y aprovecho la ocasión para decir que yo fui una de las primeras mujeres ciclistas de España, pertenecía al Veloclub Portillo castizo y mítico donde los haya. Entrenaba en la carretera de Colmenar, cuando aún no existía el carril bici... Me fui a NY con una mano delante y otra detrás, bueno esto no es del todo cierto, mi abuelo Sixto que me quería con locura, me patrocinaba un poquito a pesar de que no creía en absoluto que yo fuese a llegar a ninguna sitio...El siempre decía que tenía que ser como mis hermanos y estudiar periodismo, pero me quería de verdad...Ahora con el paso del tiempo, se que tenía toda la razón, que esa era la mejor opción, pero mi vida no la cambiaría por la de nadie a pesar de TODO.
Después de este inciso, regreso al Yelmo y a mi escrito... y además iba a estar rodeadísima de cuerpos "corrientes" por lo de correr ¡claro!.
Que día tan fantástico ha amanecido y que bonita La Pedriza tan soleada, y que ganas de llegar al Yelmo ¡tengo reales ganas de correr!
Decido calentar en la carretera y buenas sensaciones. Me sobra el cortavientos ¡hace calor! y me hidrato a pequeños sorbos, son únicamente 13km pero yo no me la juego, yo si tengo presente que nuestro organismo es 3/4 partes agua y quiero los depósitos llenos. Voy al coche a ultimar detalles y a la plaza que es donde el arco está situado.
Cuant@s corredor@s hay y que buena pinta tienen la mayoría. Me encanta la camiseta de la organización azulona con negro, sinceramente más que la que nos entregan a los participantes que es amarilla y negra parecida a la de la última edición de La Behobia.
Me sumo a las decenas de corredores que están calentando y ya estamos en capilla. Paso control de chip de las primeras y me posiciono bastante adelante. Antes de la salida definitiva hay una neutralizada hasta la calle principal, y ahí vamos todos detrás de la cinta. En esta zona no hay megafonía así que atenta que nos vamos en cualquier momento...¡Ya! ¡on road! Ahí vamos tod@s con la típica energía de salida, compartida por tod@s, En unos metros ya estará hecha la primera selección. Efectivamente ya veo a la primera mujer, bueno a la primera joven que es Angeles del Tierra Trágame y la veo mejor que cuando la adelante en El Cross del Telégrafo, fluye, lleva una zancada bonita y fácil, pero tengo que pasarla según mís planes iniciales, tengo que llegar al Tranco entre 11 y 13 minutos para ir según lo esperado. Pedro de Paz con su ya característica falda escocesa me pasa, pienso en saludarle, pero no voy a regalar ni un ápice de energía, estoy tacaña. ¡Vale! ya en la drástica bajada antes del Tranco, jadeo bastante pero de piernas voy bien. El desvío que te hace entrar de lleno en terreno pedregoso está ahí adelante, pero me parece que...¡los corredores siguen recto! no vamos a entrar por el recorrido que he entrenado...Dios Bendito, cambio de planes...Nos estamos metiendo por un amplio sendero mixto con grandes rocas y pista, perfectamente corrible, así que esto me obliga a seguir corriendo, voy la primera y no quiero perder esta plaza. Mi cabeza va a mil, la verdad no se qué pensar, es la primera vez que vengo por aquí, bueno Lola me digo, tu corre y si petas como "El Lagarto Jaén" pues que le vamos a hacer, ¡petas!. Reconozco esta bajadita de asfalto,..¡estamos en Canto Cochino! y mi running se convierte en feliz y familiar, ¡este es el camino que hago con Pedro cuando hacemos la Crono-Dehesilla! Se me puede hacer durísimo si sigo corriendo así, pero o todo o nada, voy a arriesgar ya que sigo sin saber a dónde nos dirigimos exactamente, ya que estoy muy verde en La Pedriza. Los caminantes y acompañantes que me encuentro por el camino me cantan eso de "primera chica" y me da auténticas alas. Voy enfocadísima, hoy corro sin mi dopante música, y en mi particular "cuelgue" escucho la voz de un corredor que llevo justo detrás que me pregunta: ¿la vas a hacer entera? no contesto e intento digerir esto, ¿lo dice porque me ve muy globera? ¿si llevamos un pulsera de chip que se ve?...¡paso! ¡no se que responder! además continúo en modo energético-tacaño.



Primera corredora en atravesar La Dehesilla y sigo al resto de corredores, ya que aquí sí que estoy pez. Atravesamos una pequeña zona corrible y enfilamos hacia unas rocas donde no creo que Killian corriese, y se me da de p...a pena este terreno. ¡Vamos guapa escala con ese modelito que te has puesto hoy! que parece mas de zumba que de otra cosa. Escalo y aquí me adelantan ya más corredores que antes, pero no me vengo abajo. En una de esas veces que giro mi cabeza, veo a lo lejos una corredora, y se la ve bien bandeando las rocas, y mi estrés aumenta por momentos, me consuela pensar que una vez arriba, ya es todo bajada, pero ya siento mi organismo mermado, voy a hacer más km de lo estimado y no estoy preparada ni mental ni físicamente. 




En la antesala de La Pradera del Yelmo, me ha adelantado una corredora a la que veo bastante entera, la intento rebatir el ataque, pero no puedo a pesar de que estoy en mi terreno. La sigo teniendo a vista y aprieto para que me lean el chip justo después de ella. En esa zona escucho a amigos gritando mi nombre, ¡Que majete Canales! me acompaña un poquito y me anima muchísimo, pero enseguida sus ánimos se quedan atrás... 
Ya bajamos y no voy especialmente bien, no disfruto como acostumbro, pienso que hasta la meta se me va a hacer eterno. Comenzamos la zona técnica y peligrosa de bajada y escucho una voz femenina corriendo detrás, si, va hablando, va acompañada y efectivamente va con un chaval descamisado pero con dorsal que la jalea y le hace de liebre, pues lo que me faltaba, estos con el machete en la boca y yo en las últimas de Filipinas. La escucho decirle a su liebre, que cuando me intenta adelantar me pongo a esprintar, y yo me pregunto, ¿que espera que le haga? ¿la ola?, encima el chaval me adelanta se frena en seco y un sin fin de despropósitos no muy compatibles con la deportividad, en uno de esos "aspavientos" del joven, se me tuerce el tobillo entre dos piedras y decido dejarles pasar por propia seguridad, van haciendo el tonto y no me merece la pena jugármela. 



Después de mi "rendición" parece que recupero resuello y me estabilizo dentro de mi agotamiento general. Una tercera corredora debo decir educadísima, me supera también, pero ya no pasa nada, esto es como los cuernos, que duelen hasta que salen. 
Cada vez veo más cerca el lejano Manzanares, pero estoy penando, mi organismo al ponerle a estos extremos se queja y me aparecen los efectos colaterales de mi gastritis. Me produce pena, forzar a mi cuerpo a esto y el pobre responde como puede, pero le noto vacio, criaturita...
Ya entramos en el pueblo, y que rabia un cueston hacia abajo de asfalto, cuanto me gustaría correrlo pero estoy "apajarada", y como diría Perico, tengo al Tío del Mazo encima. Llego a los metros finales como puedo, y no encuentro la palabra para describir mi estado, que es lo más cercano a moribunda. La guinda al pastel fué que viendo el arco de llegada me adelanta una corredora más, pero también en el margen derecho apoyado en una valla esta mi amigo Manu al que ya veo sin muletas y que me despierta una sonrisa. Manu desde aquí disculpas por no buscarte al finalizar, pero no tenía fuerzas...

Lo que paso a partir de ahí, me lo voy a guardar para mi, solo decir, que me senté en el suelo, se que alguien me levanto y me leyó el chip, bebí algo y me senté en un portal y apoye mi cabeza contra una pared, creyendo morir, una sensación parecida a la que viví un año en NY al finalizar la maratón, y que pensé me llevaba al mundo espiritual.


Quiero finalizar esta nueva entrada, dándole las gracias al matrimonio con una niña que me recogió cuando al intentar levantarme me caí en una jardinera y me llevo al servicio médico. Gracias a Muso al que apenas veía cuando tumbada me hablaba. Gracias a la médico y a su equipo por no ceder a mi testarudez y no dejarme marchar al coche sola.

Me quedo con la imagen de la hija del matrimonio que me recogió, cuando insistiéndole a su madre, regresaron para ver cómo me encontraba. Qué sepáis que os busqué para regalaros la caja de Manolitos que me gané por mi quinta plaza en la general. 

¡Mil gracias ángeles anónimos! ¡os debo una!



Y para concluir, únicamente enviarles un mensaje a Las Genuinas Chicas Garmendia:

Amazonas, para recibir el bautismo de vuestro título, os emplazo a subir a La Mali con mi Pedro, para haceros ya el característico y codiciado selfie, así que ya sabeis, os veo en cumbre, pero desde aqui abajo.



lunes, 7 de septiembre de 2015

Mi miedo, Claveles y yo



En el micro-mundo de cada uno de nosotros se suceden infinidad de acontecimientos, pero sobre todo se suceden los infinitos pensamientos: unos más intensos, unos más gruesos, otros débiles, otros fuertes…Priman y se reiteran los asociados a traumas y a miedos que también coincide con que son los más oportunistas y desgastantes. Durante más o menos un mes he tenido uno de esos últimos que menciono rumiando en mi cabeza. Tiene que ver con las últimas dos veces que he cruzado la cresta de Claveles, donde he sufrido pequeños ataques de pánico. A lo largo de estas semanas y después de reflexionarlo mucho, decidí que la solución era enfrentarme  cogiendo al toro por los cuernos y acercarme solita, ya que las dos últimas visitas iba acompañada, afrontarlo con tranquilidad y sin miedo.
Pues llego el día y no iba a recular, al fin y al cabo si decido no cruzarlo me bajo al canchal y punto, así que relax.
No quiero preparar nada el día anterior, cuando me levante veo como me siento y así me visto. 
5:45 suena el despertador y ¡qué pereza! tiene que hacer un fresco ahí arriba que pela, pero vamos. Pongo el pié derecho en el suelo, superstición positiva, y me pongo vertical. Flexor de la pierna derecha contraído, ya se me pasará cuando ande un poco. No tengo hambre pero voy a desayunar algo. Mi atuendo para hoy: short HH amplio, top con bolsillo para poder llevar móvil y camiseta con manga larga. Cuando me observo en el espejo y me veo de blanco me pregunto: ¿será que me voy a morir hoy? me veo tan inmaculada…me rebato a mi misma y me digo que, qué tonterías pienso a estas horas de la mañana. Recuerdo en una de mis etapas como bailarina en NY, en la que  volaba prácticamente todos los días , siempre pensaba que en cada vuelo me iba a estrellar y cuando esto sucedía me miraba la línea de la vida de mi mano y me consolaba verla tan larga…Hoy no me la he mirado, pero he pensado que todavía me quedan muchas cosas por hacer y conseguir. 
Me meto en el coche y cruzando el pueblo veo “los restos de serie” de las fiestas, que pérdida de tiempo y de salud, pero imagino que tienen que quemar esa etapa, como lo hemos hecho prácticamente todos. 
Ya en parking de Cotos y no me quedo nada en el coche, ya que si no, cambio de opinión. Salgo rodando desde el coche y “parriba”. Me gustaría bajar de 00:46 minutos hasta el vértice, pero no va a estar fácil, ya que estoy mala y tengo el hierro por los suelos, pero lo voy a intentar.  No pinta nada mal, voy a ritmo…y tengo una sensación rara, no es desagradable pero voy como un poco colgada, y no he tomado ninguna sustancia óbice de sospecha, creo que es un cuelgue hormonal saludable ¡voy a aprovecharlo!

Es la primera vez que hago esto sin compañía, pero no me siento nada sola y eso que solo está Dios. 
El primer tramo lo he superado con éxito sin dejar de correr, este segundo que viene, que por cierto es súper corrible, es el que más se me atraganta, pero yo no sé si es porque hoy no siento nada, se me está dando “de vicio”.

Debe de haber ganado cerca ya que veo excrementos fresquísimos, y me digo a mi misma: “mierda” que en el mundo del espectáculo es suerte. El significado de esta palabra procede, porque antiguamente en los caminos que llevaban a los lugares donde se celebraban las representaciones circulaban carruajes tirados por caballos y los feriantes/actores cuando veían mucha caca de caballo por los senderos, sabían iban a tener una “buena entrada”.

Ya veo a las vacas pastando tranquilamente y aquí justamente pierdo el sendero pero me oriento bien, esta es la zona de las piedras en punta y tarde o temprano el sendero “se manifestará”. Ya estoy “back in track” ya no hay perdida, veo los hitos, que para mí son como las libélulas, portadores de buenas noticias. ¡Qué bien me siento! y ni bola a mi pensamiento de miedo con la travesía de Claveles, estoy realmente enfocada con llegar a cumbre con un buen registro, and…I´m dancing with the stones!!! Que fraternal mi runnig, que soy hasta amiguísima de las piedras, las salto como si nada, hasta esas que son laminadas y fastidiosas ¡que suertuda soy de sentir todo esto!

Ya estoy cerca de cumbre pero con esta cima siempre me sucede lo mismo, que parece que llega y nunca lo hace. Estoy en 00:45 ya oteando el vértice, pero aunque haga el sprint de mi vida no bajo de 00:46, da igual me siento pletórica con las magnificas sensaciones hasta aquí. Stop GPS y 00:47 que es un crono dignísimo, estoy contenta.



Voy con la segunda parte:

Después de la sesión fotográfica que me he tomada aquí arriba alargando lo irremediable, viene lo que me ocupa principalmente, Claveles. Lo miro desde la distancia y sinceramente me da auténtico pavor y que conste no es por dramatizar este escrito, es que es cierto, el grosor que ha tomado esto. Recuerdo las primeras veces que hice la travesía, no sentí miedo alguno, pero en los últimos tiempos de tanto escuchar lo delicado que dicen que es, me he contagiado, hasta el punto de llorar la última vez que lo cruce.
Bueno apago la música, sinceramente mas como muestra de pleitesía que otra cosa y desciendo. Qué sorpresa tan bonita y agradable encontrar en mi camino a cabras salvajes, que es la primera vez que veo tan cerca y en esta zona. Que adherencia deben tener en esas pequeñas pezuñas que sujetan tan potente cuerpo, además me encanta esa especie de silbido que emiten. Paro a fotografiarlas y sigo. He llegado y comienzo a atravesar las rocas. Mi paso es seguro pero tengo tal nerviosismo que se me ha secado la boca, así que bebo de un cuenco de agua de lluvia que se ha hecho en la roca. En la zona en la que estoy no hay peligro ninguno, esta todo protegidísimo. Mi afán es encontrar esa roca que tanto miedo me da, y voy en su busca ya que es lo que me ha traído hasta aquí.


Me tranquiliza sobremanera el solazo y sobretodo que no corre ni una brizna de aire, hostilidad cero en el ambiente y soy muy consciente de todos estos pequeños pero importantes detalles que trabajo a medida que asciendo.
La veo, y me voy a parar a fotografiarme justo delante de ella. Lo hago y no lo pienso mucho y decido pasarlo por la zona baja, no la voy a pisar, pero cuando he pisado abajo, cambio de opinión y piso justo en la esquina para subir y me siento sobre ella. Razono y pienso, que lo más improbable es que pierda el equilibrio, ya que su base a pesar de estar cortada es amplísima. Saco mi teléfono y me tengo que regañar a mi misma ya que pienso voy a perder el equilibrio manipulando el móvil, y no lo voy a hacer, aunque mi miedo me dice que sí. Me hago el selfie que publico seguidamente y a la vez me hago su amiga y le digo que la quiero y respeto. No me levanto que sería lo suyo, pero continuo camino en cuclillas. No se me han pasado los nervios, pero algo dentro de mi si ha cambiado…




Me digo a mi misma que nada de “relajo” que los excesos de confianza no tienen buenos resultados, así que voy prudentísima y continuo hasta el final como no lo había hecho nunca, lo que sucede es que al final hay una pared, que seguro los montañeros más experimentados bajan, pero yo no, yo estoy muy en contacto con mis limitaciones, así que empiezo a descender por el canchal, ya infinitamente más tranquila pero aún sin música, voy a esperar al sendero cerca de la laguna.

No me gusta mirar hacia atrás, pero hoy a medida que dejaba Claveles giraba para mirarlo de manera diferente, ya nunca más iba a ser mi enemigo, aunque tengo absolutamente claro, que nunca le perderé el respeto, porque sería como perdérmelo a mí misma…

Ya corro, estoy descendiendo como nunca, a pesar de las rocas que nacen del suelo, bordeo la laguna y mi running es de liberación. Tengo calor, voy a parar a quitarme ropa y a fotografiarme con mi nuevo amigo Claveles, al que se le ve imponente desde aquí abajo. Ahora no tengo tiempo que perder, ya que tengo que abrir la tienda. Voy tan rápido, que he sorprendido y asustado a dos caminantes en diferentes puntos. Ya sé que hoy con todas las hormonas revueltas no tengo el guapo subido, pero hombre tan fea no estoy. En unos de esos momentos de velocidad en los que me siento como en casa, me viene a la cabeza un amor que yo tuve, que decía que yo no era una mujer muy relajada, y la verdad es que tenía muchísima razón, gracias a que no soy nada relajada, diría yo más bien de mi misma que soy excesivamente exigente, metódica y disciplinada, corro como corro y me siento como me siento, además ya tiene mucha mujer más "suelta” que yo donde elegir, prefiero quedarme con lo que dice mi amiga Maria Jesús de mi, cuando le cuento mis batallitas, que soy una tía cojonuda, por lo que he luchado y por lo que lucho por TODO. Tengo muchísimas cosas por pulir, pero me gusta como soy y en lo que me estoy convirtiendo con el paso de los años.


Si tuviera que morir hoy y me enterrasen cosa que no sucederá ya que quiero me cremen, en mi epitafio me gustaría que pusiese:

 “Aquí yace una mujer, que siempre hizo lo que le hacía FELIZ y lo que le daba la REAL GANA”