lunes, 12 de octubre de 2015

Patchwork II




Hoy lo vi claro

Está mañana el párroco de Cercedilla,  vino a comprar a Lola Corre Cercedilla. Le pedí, aprovechando su enchufe en el cielo, que pidiese por mi, que últimamente no me hacían caso arriba, a lo que me respondió: "mira, te puedes hartar de pedir,  que quien decide es Dios". Y tiene toda la razón "El Jefe"  tiene sus razones,  aunque en el momento no queramos o no podamos entenderlas. Hoy vi diafanamemte,  que si lo conseguí en NY, lo conseguiré aquí. " If you can make it here,  you can make it anywhwere, it´s up to you..." dice la canción New York,  New York.
Gracias a los ángeles disfrazados de persona, que vienen a domicilio, a tirar de mi.
Carmen Garcia Cuevas​, sigo al pie de la letra, tu recomendación de nunca perder  mi sonrisa, que Dios te lo pague.




La muerte del cisne

Una mañana más, desayuno con Carlos Alsina despertándome con las últimas noticias, y hoy entre ellas, la muerte de Maya Plistskaya, una de mis bailarinas de ballet clásico favoritas. Durante un tiempo de mi vida, gran inspiración, ya que siempre me hubiese gustado bailar como ella, eso hasta el día que descubrí, que en el ballet clásico no tenia gran porvenir, ya que la naturaleza, me había dotado con un cuerpo increíblemente fuerte, no compatible, con esta disciplina, o por lo menos no compatible con la idea de alto nivel artístico que quería alcanzar. Además, empecé a bailar "mayor", que es un gran handicap. Día tras día me sentaba en el sofá, a rebobinar una y otra vez, la cinta de El Lago de los Cisnes, con Maya de “prima ballerina”, interpretando a lo largo de los cuatro actos a los dos cisnes: “el bueno” Odette, y “el malo” Odile. Nunca vi un cisne “malo”,  tan bueno, que delicada fortaleza, y que precisión y pureza de movimiento, ¡siempre la admiré tanto!... Qué bonita se la veía en el escenario, aunque seguramente por la calle era difícil de mirar, por su extrema delgadez, y aquí sí que hago un símil con Maquiavelo: todo vale, por "lucir bonito" en el escenario. Soy de la opinión, que cuando ves a las personas bailar, o por lo menos a los niveles académicos en los que yo me he desenvuelto, ves el alma de la persona, y “la plistskaya” tenía un alma delicada, pero con una fortaleza para la que no encuentro el adjetivo adecuado. La leyenda del cisne dice que cuando se acerca su final, entona un canto especial, un canto de sollozo y despedida, y creo que en este momento, escucho su eco…Descansa en paz, nunca contemplare un cisne tan bello.

Merece la pena, que le echeis un vistazo, al link que copio. "La Muerte del Cisne", pieza perteneciente, a "El Carnaval de Los Animales" compuesto por Saint Saëns, y no forma parte del Lago de Los Cisnes de Tchaikosvky, como todo el mundo piensa.

https://www.youtube.com/watch?v=_VkujskQjlg

En la maratón, sin estar en ella

Ayer, mientras desayunaba junto a mi compañero de aventuras, y siguiendo la retransmisión en TDP de Rock ‘n’ Roll Madrid Maratón, con el gran aliciente, de tener narrando la misma, a mi gran amigo Alberto Hernandez, y al también amigo y mítico corredor Vicente Capitan, decidimos al escuchar y ver el disparo de salida, bajarnos rápidamente a vivirla en primera persona, y no únicamente animando a los miles de corredores, no, decidimos calzarnos las zapatillas, y acompañar durante algunos km, a mi hermano Miguel Angel Chico​, que salía con el objetivo de mejorar su marca personal. Rápidamente, nos ataviamos con “los aperos” de running, al coche y 55km hasta Madrid. Fue curioso, ya que en ningún momento, nos preocupo el diluvio que ya caía, y que ya con antelación, se había previsto, lo único que estaba en nuestras mentes, era aparcar en un buen sitio y posicionarnos en buen lugar, para que nuestro Miguel, no se nos “pasara”. Nuestra primera localización, el Parque del Oeste, Km 23 aproximadamente, donde tuvimos la fortuna, de ver pasar a la cabeza de carrera. ¡Qué lujazo! en nuestra solitaria localización, tuvimos el gran honor, de ver pasar frente a nuestras narices, al ganador de la prueba. ¡Maravillosas naturalezas! las de estos corredores, que no corren, se deslizan por el asfalto, a vertiginosos ritmos, que la gran mayoría de nosotros, no vamos a experimentar, ni en uno de esos gloriosos días de series, en el que se produce el milagro. Bueno, ya hemos visto, a un buen “puñao” de súper-series, nos subimos a Pintor Rosales a seguir animando, y donde comenzamos a ver a nacionales de los buenos, que también se baten en su personal batalla. El goteo, poco a poco se va convirtiendo en grupal, y en una de estas pequeñas “manadas”, las primeras mujeres, escoltadas por un montón de corredores, que sabían que si se unían a esa “grupeta”, registrarían un marcón. “Gacelas”, que te hacen pensar, que también en el running, existe el destino, ese destino, esclavo de que un montón de factores se alíen, para que seas una estrella del running, y que no únicamente se mide por la capacidad de sacrificio, esfuerzo y demás factores, que podemos considerar como una elección personal, no, en el running, también tienes que ser tocado, por esa varita mágica, que te diferencia del resto y te hace brillar, y que es una carga espiritual más que otra cosa. ¡Vaya gran responsabilidad defender tanta exclusividad! y que cansado debe ser…Mi acompañante y yo, comenzamos nuestra particular jornada de animación, hasta que localicemos a nuestro maratoniano a seguir. ¡Que bonito intercambio energético! animamos y la grandísima mayoría de corredores, nos dan las gracias, ¡vaya lección de educación! van sumidos en su esfuerzo, y nos regalan el agradecimiento. No creo que los vecinos de la zona, pensasen lo mismo, ya que creo, que a muchos, les levantamos con nuestros gritos, pero bueno, es la maratón de nuestra ciudad y todo se perdona. Acaban de pasar la primera media, y yo como corredora de maratón en siete ocasiones, conozco el gran abanico de posibilidades, que se abre en nuestras poderosas cabecitas; “la pase, según lo esperado”, “voy muy rápido, y seguro peto”, “ me estoy sintiendo bien, que bien hice de iniciar la prueba en negativo”…Cuanto da de sí, el pensamiento durante 42km 195m, cuántos picos se atraviesan, desde esa euforia que te embarga en la salida, y que te acompaña durante los 10 primeros km, más o menos, hasta, que aparece esa oscura posibilidad, que casi ninguno contemplamos cuando estamos en reposo: ¿y si me tengo que retirar?. Observaba a todos los valientes que pasaban, y me ponía en sus pies, ¡que únicos le hace, haber tenido el arrojo de apuntarse a la prueba! pase lo que pase, ya se han ganado la medalla, que por cierto, es súper chula en esta edición. Me emocionó, muchísimo, que muchos de ellos pronunciasen el nombre de Pedro y el mío, ¡qué pequeño gran universo!, nos conocemos todos. ¡Ya tenemos a Miguel aquí! e iniciamos la carrera junto a él. Pedro​ y yo, nos miramos y nos decimos el uno al otro, ¡qué rápido va!, y se le ve muy entero, tanto a él como a su amigo. Entramos en la vorágine, nos calentamos y a ver y correr la prueba desde dentro. Mi hermano no necesita liebre, va sobradísimo, actuaremos como aguadores y motivadores emocionales, no tiene necesidad de más. Su amigo no va tan pletórico, así que Pedro se queda con él y yo me marcho con Miguel, al que también le esperaba otro amigo en el km 37. Mi acompañamiento, llega justo hasta ahí, no me necesita, va en buenísima compañía, y probablemente, pueda ayudar más un poco más atrás, así que me paro a esperar y veo pasar a muchos corredores que he adelantado yendo con mi hermano, que volaba, hasta el punto, que en un  momento miré mi GPS en el km 34, e íbamos a 4:22, y dude, si le iba a poder seguir la estela. Ya tengo a Pedro y a nuestro maratoniano descolgado, al que veo falto de fe, y aquí es donde le vi la auténtica cara de la maratón: mirada perdida, respuestas sistemáticas, la educación de no pronunciarse, y decirte que va mal, porque le estás acompañando…Puf, pienso se le van a hacer eternos estos últimos km, y que fácil es, animarle desde mis zapatillas, a las que les faltan una media maratón para equipararse a él. Nuestro “maratoniano”, lo lucha y nos sorprende a medida que se acerca la meta. Y ¡ya estamos entrando en Retiro! y nuestra tarea está acabada, así que nos retiramos en la primera salida, y le dejamos disfrutar de su momento de gloria. ¡Qué inspirador ha sido acompañarles a los dos! Cuanto ha merecido la pena correr un día más. Que afortunada me siento, de ser una runner, y cuanto, cuanto le debo al running, nunca os podríais imaginar cuanto me ha regalado correr, cuanto he descubierto y he conocido. Maravilloso cuerpo el mío, que me deja experimentar y disfrutar de esta experiencia. La mayoría de personas que leeréis esta entrada, también disfrutáis de esta experiencia, pero si alguno de vosotros, no lo hacéis, dadle una oportunidad, y ya nunca nada, será lo mismo. Enhorabuena a todos los que corristeis ayer y a todos, los que lo hacéis cada día de vuestras vidas, al ritmo, distancia o terreno que sea, somos unos afortunados.
Fotos de mi primera maraton, que corrí con una liebre de lujo, mi hermano Fran Chico






No hay comentarios:

Publicar un comentario