domingo, 27 de septiembre de 2015

Hacer daño no esta bien - Madrid Ultra Trail 21K

Esta va a ser una entrada breve, que tiene un firme propósito: sumar




Ayer en la linea de salida lo último que imaginaba es que hoy domingo, iba a escribir un escrito de estas características. Pensé a medida que transcurrían los kilómetros de la prueba Beginners, de la que yo formaba parte, iba a ser una entrada de redención en la que me iba a sacar la espinita del Cross del Yelmo, donde tan mal lo pase. Pues así parecía hasta el km 19 donde ocupaba una honrosa y ganada segunda plaza con muchísima posibilidades de convertirse en una primera, ya que recortaba muchísimo bajando a Ester, que prácticamente había estado liderando toda la prueba. Pues bien Ester y yo, junto a otros corredores, decidimos "llegar hasta Los Molinos" ya que la prueba se nos quedaba cortita, así que decidimos añadir seis kilómetritos más... En definitiva, que nos perdimos con su consiguiente cabreo y protesta a la llegada, quizás en mi caso, demasiado vehemente, pero yo soy así, intensa y justiciera. Soy igual para protestar en que se me reconozca la injusticia de haber luchado por un podio en una carrera, como para recoger a un gato recien atropellado que estaba el otro día en la puerta de La Iglesia del Carmen sin poder moverse, y las personas que salían del funeral al que habíamos asistido todos, no solo fueron incapacaes de recogerlo, ya que estaba en la mismísima puerta, fué bastante peor, le daban pataditas para que se apartase...bueno la gatita, ya que era una joven hembra, tuvo suerte de que yo pasase por allí y sobre todo de que yo tenga una amiga como Rocio de Dardipet, defensora a ultranza de los animales.Gracias también a la policía local por su profesionalidad.

¡Bueno! para hacer una larga historia corta, nuestra lucha no acabo en lo más alto, pero en mi caso personal finalizó en un grandísimo entreno de casi 27 km en montaña en menos de tres horas.
Por el camino y coincidiendo con el alto de Peñota, el mejor de los geles: mi enamorado "un hombre imperfecto, que hace mi vida perfecta" animándome en cumbre y bajando detrás de mi  hasta que le deje, ya que descendí casi despeñándome. Mil gracias a todos los participantes de la maratón que me animaban y jaleaban al cruzarnos en la larguísima trialera, que el running os lo devuelva.

Ahora ataco el punto donde quiero llegar: siempre he sido de la creencia, de que en la vida hay que dar segundas oportunidades a todo el mundo, ya que estamos aquí en esta existencia para aprender, mejorar y evolucionar principalmente. Pero sobre todo esta segunda "chance", hay que dársela a los valientes que se atreven y arriesgan, hay que concedersela a todos aquellos que luchan por superar los obstáculos que se les van presentando en su muchas veces arriesgadísima apuesta. Yo se de primera mano, lo que ha luchado el equipo de la organización de Madrid Ultra Trail, conozco todas las trabas burocráticas que han tenido que sortear, se de la falta de sponsors, se del factor humano que muchas veces es el peor, que critica mucho antes de tener hechos de peso para hacerlo, pero los humanos somos así, en vez de unirnos nos derribamos cuando deberíamos ayudarnos entre nosotros..

Seguro que ha habido muchas cosas  mejorables en esta carrera, pero la mayoría de las veces para acertar hay que errar y el que esté libre de pecado que tire la primera piedra. Todos hemos asistido a eventos deportivos y en mi caso profesional también de ámbito artístico, en los que ha habido fallos garrafales, y que con el tiempo se han tornado en eventos de éxito que perduran a través de las ediciones y del tiempo.

A mi desde mi pequeña plataforma me gustaría trasladar a Ales, Mª José, Eva, Ana,..familia, ya que estaban todos allí con los voluntarios luchando por hacer las cosas bien, mi cariño y comprensión y mi enhorabuena por vuestra valentía. Por luchar por algo en lo que se cree y se quiere, aunque suponga un gran reto que no todo el mundo se atrevería atacar con la ilusíón que todos vosotros habéis imprimido.

No hagamos leña del árbol caído, se merecen una segunda oportunidad en la que estoy segura que se corregirá todo aquello que no nos ha aparecido adecuado.

Yo si os concedo esa segunda oportunidad, estaré en la línea de salida el próximo año.

Lola Chico

Mensaje para mi amigo Ales:

Ales, tenía el corazón partido viendo tu carita cuando yo discutía con el juez. Te sentía perfectamente. Te aprecio muchísimo al igual que a tu mujer Mª José, ya que se de vuestra honradez y buen hacer Disculpa mi pasión desmedida





jueves, 24 de septiembre de 2015

Cross del Yelmo: ni primera, ni segunda, ni tercera...ni cuarta



El ritmo de entradas a mi blog en las últimas semanas ha descendido notablemente, pero también ya era preocupante tanta creatividad desmedida muchas veces. Una persona de mi círculo más cercano me recomendó que me dosificara, que al final toda esta creatividad, iba a producir un efecto spam que se volcaría en mi contra.

El pasado sábado en El Asador de Angel, que para quien no lo conozca es el templo del trail running internacional, a Chamonix le gustaría tener un garito de esta talla, la inspiración hizo su aparición estelar una vez más y lo curioso, es que esta vez no me pillo con las zapatillas puestas, apareció cuando me tomaba un espumoso y delicioso café con leche tirado por Dani y rodeada de eso,  trail runners y además de los buenos. Mi enamorado y yo caímos allí de purísima casualidad y nos encontramos con la mejor de las reuniones. En esa mesa, se encontraba Nerea Martinez, que no hace falta decir quién es y las Genuinas Chicas Garmendia, título que nació originalmente el pasado año en la IVX Edición del Cross del Yelmo a raíz de una foto que se hizo el corredor de Km Vertical Pedro José Gracia Garmendia, más conocido como Peter The Mali para los que corremos montaña, justo delante del impresionante Yelmo rodeado por estas corredoras. A mi al contemplar tan divertida imagen lo único que se me ocurrió decir fué, que aquellas parecían Las Chicas Garmendia, por lo de Las Chicas Almodóvar, todo sea dicho. Este denominativo lo volví a utilizar el pasado mes de abril, cuando la revista Runners publico un artículo dedicado a Pedro escrito por mí (con la colaboración de mi "hermano" Alvaro Rodriguez) lo único es que a algunas de las corredoras que incluí en el susodicho escrito, les ofendió sobremanera que las mencionase en este inofensivo y pensaba divertido grupo. Desde aquí mis disculpas más sinceras, pero como me dijo mi padre una vez, tengo exceso de buena voluntad, incluí a personas que no deberían engrosar esa lista y que nunca debieran haber aparecido por puro cariño y generosidad. La verdad es que es cierto, nunca, nunca las tendría que haber mencionado. 

Marisa, Maribel y Sonia, Genuinas Chicas Garmendia & Amazonas del Trail

Bueno, lección aprendida y la vida sigue.

Las Genuinas Chicas Garmendia, fueron la antesala de mi carrera del pasado domingo en Manzanares del Real, encontrarlas allí sentadas supuso una extra dosis de fuerza para afrontar el reto que me esperaba al día siguiente.
Debo confesar que hacía muchísimo tiempo no me reía tanto, y hubo momentos que me trasladaba a mi universo artístico, ya que Maribel y Marisa me decían continuamente "Mari" a modo de cercanía y me recordaba a "la profesión",  refiriéndome al mundo de la farándula, donde tanto hombres como mujeres utilizan de manera reiterativa el "Mari" que me encanta y que siempre me encantó, ya que me parece súper-cabaretero y chic al mismo tiempo.

Estaba inscrita en la prueba desde el pasado uno de agosto y todo por miedo a quedarme sin dorsal. Esperaba el día de la carrera muy ilusionada y motivada. Muchos de mis amigos me comentaban que la segunda parte del cross me venía al pelo ya que era prácticamente todo bajada, terreno en el que me defiendo de maravilla.

Cosas e imprevistos de la vida, la semana pasada la pase con una gastritis de caballo, o por lo menos eso fue lo que me diagnostico el médico. El viernes me calce las zapatillas para subir al Piornal y ver cómo me respondía el cuerpo después de tanto revoltijo, y no me encontré mal del todo, así que decidí asistir al Cross.

El domingo me levante tranquila y confiada ya que el recorrido me lo conocía muy bien y sabia donde podía apretar, reservar, andar, correr etc. Me producía muchísima tranquilidad los aproximadamente tres primeros km de asfalto donde podía correr más en mi línea. Casualmente a esta carrera asistía sola ya que Pedro subía a Navarra a un vertical, pero esto para mí no es problema la soledad es una buena amiga mía, imaginaros que me marche a NY a los veinte años, persiguiendo el sueño de bailar en esa ciudad, con las piernas torcidas de haber montado tanto en bicicleta, y aprovecho la ocasión para decir que yo fui una de las primeras mujeres ciclistas de España, pertenecía al Veloclub Portillo castizo y mítico donde los haya. Entrenaba en la carretera de Colmenar, cuando aún no existía el carril bici... Me fui a NY con una mano delante y otra detrás, bueno esto no es del todo cierto, mi abuelo Sixto que me quería con locura, me patrocinaba un poquito a pesar de que no creía en absoluto que yo fuese a llegar a ninguna sitio...El siempre decía que tenía que ser como mis hermanos y estudiar periodismo, pero me quería de verdad...Ahora con el paso del tiempo, se que tenía toda la razón, que esa era la mejor opción, pero mi vida no la cambiaría por la de nadie a pesar de TODO.
Después de este inciso, regreso al Yelmo y a mi escrito... y además iba a estar rodeadísima de cuerpos "corrientes" por lo de correr ¡claro!.
Que día tan fantástico ha amanecido y que bonita La Pedriza tan soleada, y que ganas de llegar al Yelmo ¡tengo reales ganas de correr!
Decido calentar en la carretera y buenas sensaciones. Me sobra el cortavientos ¡hace calor! y me hidrato a pequeños sorbos, son únicamente 13km pero yo no me la juego, yo si tengo presente que nuestro organismo es 3/4 partes agua y quiero los depósitos llenos. Voy al coche a ultimar detalles y a la plaza que es donde el arco está situado.
Cuant@s corredor@s hay y que buena pinta tienen la mayoría. Me encanta la camiseta de la organización azulona con negro, sinceramente más que la que nos entregan a los participantes que es amarilla y negra parecida a la de la última edición de La Behobia.
Me sumo a las decenas de corredores que están calentando y ya estamos en capilla. Paso control de chip de las primeras y me posiciono bastante adelante. Antes de la salida definitiva hay una neutralizada hasta la calle principal, y ahí vamos todos detrás de la cinta. En esta zona no hay megafonía así que atenta que nos vamos en cualquier momento...¡Ya! ¡on road! Ahí vamos tod@s con la típica energía de salida, compartida por tod@s, En unos metros ya estará hecha la primera selección. Efectivamente ya veo a la primera mujer, bueno a la primera joven que es Angeles del Tierra Trágame y la veo mejor que cuando la adelante en El Cross del Telégrafo, fluye, lleva una zancada bonita y fácil, pero tengo que pasarla según mís planes iniciales, tengo que llegar al Tranco entre 11 y 13 minutos para ir según lo esperado. Pedro de Paz con su ya característica falda escocesa me pasa, pienso en saludarle, pero no voy a regalar ni un ápice de energía, estoy tacaña. ¡Vale! ya en la drástica bajada antes del Tranco, jadeo bastante pero de piernas voy bien. El desvío que te hace entrar de lleno en terreno pedregoso está ahí adelante, pero me parece que...¡los corredores siguen recto! no vamos a entrar por el recorrido que he entrenado...Dios Bendito, cambio de planes...Nos estamos metiendo por un amplio sendero mixto con grandes rocas y pista, perfectamente corrible, así que esto me obliga a seguir corriendo, voy la primera y no quiero perder esta plaza. Mi cabeza va a mil, la verdad no se qué pensar, es la primera vez que vengo por aquí, bueno Lola me digo, tu corre y si petas como "El Lagarto Jaén" pues que le vamos a hacer, ¡petas!. Reconozco esta bajadita de asfalto,..¡estamos en Canto Cochino! y mi running se convierte en feliz y familiar, ¡este es el camino que hago con Pedro cuando hacemos la Crono-Dehesilla! Se me puede hacer durísimo si sigo corriendo así, pero o todo o nada, voy a arriesgar ya que sigo sin saber a dónde nos dirigimos exactamente, ya que estoy muy verde en La Pedriza. Los caminantes y acompañantes que me encuentro por el camino me cantan eso de "primera chica" y me da auténticas alas. Voy enfocadísima, hoy corro sin mi dopante música, y en mi particular "cuelgue" escucho la voz de un corredor que llevo justo detrás que me pregunta: ¿la vas a hacer entera? no contesto e intento digerir esto, ¿lo dice porque me ve muy globera? ¿si llevamos un pulsera de chip que se ve?...¡paso! ¡no se que responder! además continúo en modo energético-tacaño.



Primera corredora en atravesar La Dehesilla y sigo al resto de corredores, ya que aquí sí que estoy pez. Atravesamos una pequeña zona corrible y enfilamos hacia unas rocas donde no creo que Killian corriese, y se me da de p...a pena este terreno. ¡Vamos guapa escala con ese modelito que te has puesto hoy! que parece mas de zumba que de otra cosa. Escalo y aquí me adelantan ya más corredores que antes, pero no me vengo abajo. En una de esas veces que giro mi cabeza, veo a lo lejos una corredora, y se la ve bien bandeando las rocas, y mi estrés aumenta por momentos, me consuela pensar que una vez arriba, ya es todo bajada, pero ya siento mi organismo mermado, voy a hacer más km de lo estimado y no estoy preparada ni mental ni físicamente. 




En la antesala de La Pradera del Yelmo, me ha adelantado una corredora a la que veo bastante entera, la intento rebatir el ataque, pero no puedo a pesar de que estoy en mi terreno. La sigo teniendo a vista y aprieto para que me lean el chip justo después de ella. En esa zona escucho a amigos gritando mi nombre, ¡Que majete Canales! me acompaña un poquito y me anima muchísimo, pero enseguida sus ánimos se quedan atrás... 
Ya bajamos y no voy especialmente bien, no disfruto como acostumbro, pienso que hasta la meta se me va a hacer eterno. Comenzamos la zona técnica y peligrosa de bajada y escucho una voz femenina corriendo detrás, si, va hablando, va acompañada y efectivamente va con un chaval descamisado pero con dorsal que la jalea y le hace de liebre, pues lo que me faltaba, estos con el machete en la boca y yo en las últimas de Filipinas. La escucho decirle a su liebre, que cuando me intenta adelantar me pongo a esprintar, y yo me pregunto, ¿que espera que le haga? ¿la ola?, encima el chaval me adelanta se frena en seco y un sin fin de despropósitos no muy compatibles con la deportividad, en uno de esos "aspavientos" del joven, se me tuerce el tobillo entre dos piedras y decido dejarles pasar por propia seguridad, van haciendo el tonto y no me merece la pena jugármela. 



Después de mi "rendición" parece que recupero resuello y me estabilizo dentro de mi agotamiento general. Una tercera corredora debo decir educadísima, me supera también, pero ya no pasa nada, esto es como los cuernos, que duelen hasta que salen. 
Cada vez veo más cerca el lejano Manzanares, pero estoy penando, mi organismo al ponerle a estos extremos se queja y me aparecen los efectos colaterales de mi gastritis. Me produce pena, forzar a mi cuerpo a esto y el pobre responde como puede, pero le noto vacio, criaturita...
Ya entramos en el pueblo, y que rabia un cueston hacia abajo de asfalto, cuanto me gustaría correrlo pero estoy "apajarada", y como diría Perico, tengo al Tío del Mazo encima. Llego a los metros finales como puedo, y no encuentro la palabra para describir mi estado, que es lo más cercano a moribunda. La guinda al pastel fué que viendo el arco de llegada me adelanta una corredora más, pero también en el margen derecho apoyado en una valla esta mi amigo Manu al que ya veo sin muletas y que me despierta una sonrisa. Manu desde aquí disculpas por no buscarte al finalizar, pero no tenía fuerzas...

Lo que paso a partir de ahí, me lo voy a guardar para mi, solo decir, que me senté en el suelo, se que alguien me levanto y me leyó el chip, bebí algo y me senté en un portal y apoye mi cabeza contra una pared, creyendo morir, una sensación parecida a la que viví un año en NY al finalizar la maratón, y que pensé me llevaba al mundo espiritual.


Quiero finalizar esta nueva entrada, dándole las gracias al matrimonio con una niña que me recogió cuando al intentar levantarme me caí en una jardinera y me llevo al servicio médico. Gracias a Muso al que apenas veía cuando tumbada me hablaba. Gracias a la médico y a su equipo por no ceder a mi testarudez y no dejarme marchar al coche sola.

Me quedo con la imagen de la hija del matrimonio que me recogió, cuando insistiéndole a su madre, regresaron para ver cómo me encontraba. Qué sepáis que os busqué para regalaros la caja de Manolitos que me gané por mi quinta plaza en la general. 

¡Mil gracias ángeles anónimos! ¡os debo una!



Y para concluir, únicamente enviarles un mensaje a Las Genuinas Chicas Garmendia:

Amazonas, para recibir el bautismo de vuestro título, os emplazo a subir a La Mali con mi Pedro, para haceros ya el característico y codiciado selfie, así que ya sabeis, os veo en cumbre, pero desde aqui abajo.



lunes, 7 de septiembre de 2015

Mi miedo, Claveles y yo



En el micro-mundo de cada uno de nosotros se suceden infinidad de acontecimientos, pero sobre todo se suceden los infinitos pensamientos: unos más intensos, unos más gruesos, otros débiles, otros fuertes…Priman y se reiteran los asociados a traumas y a miedos que también coincide con que son los más oportunistas y desgastantes. Durante más o menos un mes he tenido uno de esos últimos que menciono rumiando en mi cabeza. Tiene que ver con las últimas dos veces que he cruzado la cresta de Claveles, donde he sufrido pequeños ataques de pánico. A lo largo de estas semanas y después de reflexionarlo mucho, decidí que la solución era enfrentarme  cogiendo al toro por los cuernos y acercarme solita, ya que las dos últimas visitas iba acompañada, afrontarlo con tranquilidad y sin miedo.
Pues llego el día y no iba a recular, al fin y al cabo si decido no cruzarlo me bajo al canchal y punto, así que relax.
No quiero preparar nada el día anterior, cuando me levante veo como me siento y así me visto. 
5:45 suena el despertador y ¡qué pereza! tiene que hacer un fresco ahí arriba que pela, pero vamos. Pongo el pié derecho en el suelo, superstición positiva, y me pongo vertical. Flexor de la pierna derecha contraído, ya se me pasará cuando ande un poco. No tengo hambre pero voy a desayunar algo. Mi atuendo para hoy: short HH amplio, top con bolsillo para poder llevar móvil y camiseta con manga larga. Cuando me observo en el espejo y me veo de blanco me pregunto: ¿será que me voy a morir hoy? me veo tan inmaculada…me rebato a mi misma y me digo que, qué tonterías pienso a estas horas de la mañana. Recuerdo en una de mis etapas como bailarina en NY, en la que  volaba prácticamente todos los días , siempre pensaba que en cada vuelo me iba a estrellar y cuando esto sucedía me miraba la línea de la vida de mi mano y me consolaba verla tan larga…Hoy no me la he mirado, pero he pensado que todavía me quedan muchas cosas por hacer y conseguir. 
Me meto en el coche y cruzando el pueblo veo “los restos de serie” de las fiestas, que pérdida de tiempo y de salud, pero imagino que tienen que quemar esa etapa, como lo hemos hecho prácticamente todos. 
Ya en parking de Cotos y no me quedo nada en el coche, ya que si no, cambio de opinión. Salgo rodando desde el coche y “parriba”. Me gustaría bajar de 00:46 minutos hasta el vértice, pero no va a estar fácil, ya que estoy mala y tengo el hierro por los suelos, pero lo voy a intentar.  No pinta nada mal, voy a ritmo…y tengo una sensación rara, no es desagradable pero voy como un poco colgada, y no he tomado ninguna sustancia óbice de sospecha, creo que es un cuelgue hormonal saludable ¡voy a aprovecharlo!

Es la primera vez que hago esto sin compañía, pero no me siento nada sola y eso que solo está Dios. 
El primer tramo lo he superado con éxito sin dejar de correr, este segundo que viene, que por cierto es súper corrible, es el que más se me atraganta, pero yo no sé si es porque hoy no siento nada, se me está dando “de vicio”.

Debe de haber ganado cerca ya que veo excrementos fresquísimos, y me digo a mi misma: “mierda” que en el mundo del espectáculo es suerte. El significado de esta palabra procede, porque antiguamente en los caminos que llevaban a los lugares donde se celebraban las representaciones circulaban carruajes tirados por caballos y los feriantes/actores cuando veían mucha caca de caballo por los senderos, sabían iban a tener una “buena entrada”.

Ya veo a las vacas pastando tranquilamente y aquí justamente pierdo el sendero pero me oriento bien, esta es la zona de las piedras en punta y tarde o temprano el sendero “se manifestará”. Ya estoy “back in track” ya no hay perdida, veo los hitos, que para mí son como las libélulas, portadores de buenas noticias. ¡Qué bien me siento! y ni bola a mi pensamiento de miedo con la travesía de Claveles, estoy realmente enfocada con llegar a cumbre con un buen registro, and…I´m dancing with the stones!!! Que fraternal mi runnig, que soy hasta amiguísima de las piedras, las salto como si nada, hasta esas que son laminadas y fastidiosas ¡que suertuda soy de sentir todo esto!

Ya estoy cerca de cumbre pero con esta cima siempre me sucede lo mismo, que parece que llega y nunca lo hace. Estoy en 00:45 ya oteando el vértice, pero aunque haga el sprint de mi vida no bajo de 00:46, da igual me siento pletórica con las magnificas sensaciones hasta aquí. Stop GPS y 00:47 que es un crono dignísimo, estoy contenta.



Voy con la segunda parte:

Después de la sesión fotográfica que me he tomada aquí arriba alargando lo irremediable, viene lo que me ocupa principalmente, Claveles. Lo miro desde la distancia y sinceramente me da auténtico pavor y que conste no es por dramatizar este escrito, es que es cierto, el grosor que ha tomado esto. Recuerdo las primeras veces que hice la travesía, no sentí miedo alguno, pero en los últimos tiempos de tanto escuchar lo delicado que dicen que es, me he contagiado, hasta el punto de llorar la última vez que lo cruce.
Bueno apago la música, sinceramente mas como muestra de pleitesía que otra cosa y desciendo. Qué sorpresa tan bonita y agradable encontrar en mi camino a cabras salvajes, que es la primera vez que veo tan cerca y en esta zona. Que adherencia deben tener en esas pequeñas pezuñas que sujetan tan potente cuerpo, además me encanta esa especie de silbido que emiten. Paro a fotografiarlas y sigo. He llegado y comienzo a atravesar las rocas. Mi paso es seguro pero tengo tal nerviosismo que se me ha secado la boca, así que bebo de un cuenco de agua de lluvia que se ha hecho en la roca. En la zona en la que estoy no hay peligro ninguno, esta todo protegidísimo. Mi afán es encontrar esa roca que tanto miedo me da, y voy en su busca ya que es lo que me ha traído hasta aquí.


Me tranquiliza sobremanera el solazo y sobretodo que no corre ni una brizna de aire, hostilidad cero en el ambiente y soy muy consciente de todos estos pequeños pero importantes detalles que trabajo a medida que asciendo.
La veo, y me voy a parar a fotografiarme justo delante de ella. Lo hago y no lo pienso mucho y decido pasarlo por la zona baja, no la voy a pisar, pero cuando he pisado abajo, cambio de opinión y piso justo en la esquina para subir y me siento sobre ella. Razono y pienso, que lo más improbable es que pierda el equilibrio, ya que su base a pesar de estar cortada es amplísima. Saco mi teléfono y me tengo que regañar a mi misma ya que pienso voy a perder el equilibrio manipulando el móvil, y no lo voy a hacer, aunque mi miedo me dice que sí. Me hago el selfie que publico seguidamente y a la vez me hago su amiga y le digo que la quiero y respeto. No me levanto que sería lo suyo, pero continuo camino en cuclillas. No se me han pasado los nervios, pero algo dentro de mi si ha cambiado…




Me digo a mi misma que nada de “relajo” que los excesos de confianza no tienen buenos resultados, así que voy prudentísima y continuo hasta el final como no lo había hecho nunca, lo que sucede es que al final hay una pared, que seguro los montañeros más experimentados bajan, pero yo no, yo estoy muy en contacto con mis limitaciones, así que empiezo a descender por el canchal, ya infinitamente más tranquila pero aún sin música, voy a esperar al sendero cerca de la laguna.

No me gusta mirar hacia atrás, pero hoy a medida que dejaba Claveles giraba para mirarlo de manera diferente, ya nunca más iba a ser mi enemigo, aunque tengo absolutamente claro, que nunca le perderé el respeto, porque sería como perdérmelo a mí misma…

Ya corro, estoy descendiendo como nunca, a pesar de las rocas que nacen del suelo, bordeo la laguna y mi running es de liberación. Tengo calor, voy a parar a quitarme ropa y a fotografiarme con mi nuevo amigo Claveles, al que se le ve imponente desde aquí abajo. Ahora no tengo tiempo que perder, ya que tengo que abrir la tienda. Voy tan rápido, que he sorprendido y asustado a dos caminantes en diferentes puntos. Ya sé que hoy con todas las hormonas revueltas no tengo el guapo subido, pero hombre tan fea no estoy. En unos de esos momentos de velocidad en los que me siento como en casa, me viene a la cabeza un amor que yo tuve, que decía que yo no era una mujer muy relajada, y la verdad es que tenía muchísima razón, gracias a que no soy nada relajada, diría yo más bien de mi misma que soy excesivamente exigente, metódica y disciplinada, corro como corro y me siento como me siento, además ya tiene mucha mujer más "suelta” que yo donde elegir, prefiero quedarme con lo que dice mi amiga Maria Jesús de mi, cuando le cuento mis batallitas, que soy una tía cojonuda, por lo que he luchado y por lo que lucho por TODO. Tengo muchísimas cosas por pulir, pero me gusta como soy y en lo que me estoy convirtiendo con el paso de los años.


Si tuviera que morir hoy y me enterrasen cosa que no sucederá ya que quiero me cremen, en mi epitafio me gustaría que pusiese:

 “Aquí yace una mujer, que siempre hizo lo que le hacía FELIZ y lo que le daba la REAL GANA”