lunes, 31 de agosto de 2015

Querer, Poder y Conseguir


Una entrada más comienzo siendo sincera y honesta, ya que como nos ha enseñado a mis hermanos y a mí nuestro padre, el gran periodista de ciclismo Paco Chico Perez, es la mejor inversión en la vida.

Como muchos de vosotros sabéis, en las pasadas elecciones municipales cambió el gobierno aquí en Cercedilla No sé si las buenas o malas lenguas, andaban diciendo que muchos de los acontecimientos deportivos que se celebran aquí en nuestro pueblo y utilizo la ocasión para dejar saber a quien corresponda, que a pequeñas tiendas como la nuestra nos dan la vida, iban a desaparecer. Al ir transcurriendo el mes de agosto y no ver anunciada La Caminata por La Sierra, pensé que este evento ya era historia y aquí es donde entra en juego mi sinceridad. Esto me producía una tranquilidad enorme ya que era una ocasión menos en la me veía obligada a dar la talla y sentir la paralizante presión, que debo decir me genero yo misma. Mi acentuada auto-exigencia es la causante de todos mis males.
Hace un par de semanas, un lunes me parece recordar, bajaba feliz de rodar con mi perrita y ¡sorpresa! me pareció ver en la puerta del poli, el cartel con las ardillas que ha medida me acercaba a leerlo, se iban convirtiendo en ardillas asesinas. Vaya con los felices roedores que parecen en el dibujo, me estaban dando un disgusto de muerte. Así que no le han cortado la cabeza al evento y me va a tocar correr hasta dejarme los higadillos y para más inri, la fatídica cuestecita en el primer km, donde se gana el jamón…Llegó uno de esos momentos donde toca sintetizar y procesar información. Pongo todo de mi parte y comienzo el proceso, pero esto no es fácil ya que el cartelito esta por todo el pueblo. Voy a ver a Esteban para que me haga la bonoloto y cuando pongo el pié en su establecimiento La Farola, ya me está diciendo: qué, ¿ya estás preparada para la caminata? ¡Me cachis en la mar! y me quedan todavía dos semanas hasta la prueba…Como escribí en mi post de la pasada edición de La San Silvestre de Cercedilla, ya tenía el arco de salida persiguiéndome hasta el día de actos que ha sido esta misma mañana.

No voy a ir de super-woman en este escrito, ya que en los últimos tiempos no he ocultado el fantástico momento de forma que atravieso, todo lo contrario, creo que hasta lo he cacareado. Reflexionando esta misma mañana, pensaba soy una víctima de mis “deportivas retransmisiones”, pero imagino que si fuese de otra manera, sería otra persona, por lo que lo asumo con la mayor naturalidad.

Hoy debo confesar, infringí una de las reglas del ABC del running, cambiar cosas que sueles hacer habitualmente en el día de la carrera, pero también diré que fue una estrategia de defensa ya que me encontraba sumamente nerviosa y debía hacer algo al respecto.
La pasada noche no pegue ojo. Cuando me acosté, si, muy bonita la luna y su influjo pero a medida que transcurrían las horas me comencé a desesperar ya que no podía pegar ojo. Finalmente a eso de las 02:00, concilie el sueño. No pasa nada y digo esto a modo informativo, la noche importante es la anterior y ahí, dormí como un lirón.
Diana a las 06:45 y vamos, no hay marcha atrás. Mi desayuno habitual, aquí sí, sin experimentos y empiezo a modificar mi modus operandi habitual: me visto de pedestre, paseo a mi perra y me subo en coche a por el dorsal, nada de quedarme en la zona de salida dejándome ver ni haciendo de relaciones públicas, me vuelvo “pa casa”. Me quedan noventa minutos, así que me siento en mi sillón de pensar a escribir un post sobre el dorsal que me ha tocado: el veintitrés. Seguidamente me pongo el uniforme de batalla, que hoy son colores brillantes, ya que me siento exactamente así y me bajo a calentar al sótano, pero no caliento como para correr, caliento como si fuese a pisar un escenario. Si tengo que describir lo que sentía, podría decir que lo que realmente necesitaba era calentar mi espíritu, que el pobre estaba muy nervioso, así que me he enchufado mis musicones y ¡a bailar! Que liberación y felicidad, ya estaba equilibrada interiormente para afrontar… ¡No! debo decir para ENFRENTARME a mí misma, todo absolutamente todo lo que me iba a rodear, iba a ser decorado y figurantes, nada ni nadie iba a ser mi enemigo, así que la batalla sería Lola Versus Lola, así que todo “kool”, me pongo cremitas en las piernas, Garmin, me cojo un gel para enchufármelo diez minutitos antes y me llevo un pequeño botellín con sales para hidratarme mientras subo al pueblo ya que voy a subir corriendo para ir calentando.


Salgo de casa con un trote suave y aquí me ha venido a la cabeza mi hermano Fran cuando a veces y a modo de broma dice: “no voy, hoy no voy”…Voy, pero me noto las piernas algo cargadas, aunque de cardio estoy perfecta y me produce total confianza saber que tengo un gran poso de entrenos y que por muy mal que se me de voy a responder.

Me hace gracia, ya que para mis ojos yo voy vestida normal, pero para algunos caballeros con los que me cruzo y aquí debo decir, que muchos de ellos me miraban con “ojos golositos”, voy a medio vestir y lo entiendo perfectamente, pero a mí la vergüenza se me pasó el día que supe que no era algo rentable.

Ya estoy en “el escenario” y empiezo a cruzarme con caras conocidas: la joven Irene Rodriguez que me pregunta que si estoy “a tope” y le respondo “que si” y me dice que soy la única que le responde esto, ya que todo el mundo se excusa antes de empezar. Es verdad, muchas veces la salida de una carrera parece el muro de las lamentaciones. ¡Ay el miedo escénico! que se apodera de nosotros. También me sorprende ver a Laura una niña del pueblo y pienso que como ha crecido, pero no lo suficiente como para llevar dorsal para una carrera tan exigente. Laura lleva una cinta de pelo de La Carrera de La Mujer que yo la regale hace unos años y me hace gracia, ya que parece la amortiza, era blanca y esta gris…Veo a  mi hermano Fran ¡que está de speaker! y ahí pienso que en su locución, no van a existir las pausas valorativas, ya que es un hombre con ilimitados recursos. Ya veo al poseedor del dorsal 8 mi número de la suerte, mi ocho de la justicia… No me ha tocado, pero no importa ya que lo luce Raul Ranz, además mi 23 me da muy buen feeling.

Ya estamos para salir…y 3, 2, 1 ¡vamos! Salgo rápido y busco el play en mi IPod, y ¿qué ha pasado? la canción motivadora que tenía preparada para mis primeros metros no aparece, pero si lo hace Highway to Hell de AC/DC, no pasa nada, pero deseo no sea un mal presagio. Enseguida la cosa se pone cuesta arriba y no tengo señoras cerca. Subiendo hacia Camorritos, todavía tengo al grupo de cabeza, así que mal no voy, yo diría que voy de…omito el taco que no me queda bien. Giramos a la izquierda y ahí esta, la temida y ya popular cuesta de la Calle Erilla, y la encaro, a la vez giro la cabeza y veo a un par de chicas pero no me quitan el jamón ya que voy fortísima y voy a subir la cuesta corriendo. Ahí está el arco de Runners ¡jamón a la buchaca! y ahora voy a ganar la carrera, pero antes tengo que recuperar el resuello. Me recupero pasados un par de km y afronto un largo repecho que parece interminable, se que lo es, porque lo conozco de la pasada edición y sé que cuando acabe, viene un terreno en el que yo me desenvuelvo bien y rápido. Voy rápida y controlada, y así han transcurrido los últimos km que nos acercan al pueblo. Ya llegando al casco urbano, apago la música, me gusta el sonido de mis vecinos, y también el de algún silencio…
Voy a cuidar mis últimas zancadas para entrar dignamente en meta y ahí está mi hermano con el micro, y creo que es la primera vez que escucho entrando a meta, mi apellido materno…












Cuando yo trabajaba con la artista Xuxa en Brasil, aprendí la frase que titula esta entrada. Estas palabras las han aprendido millones de personas desfavorecidas en este país, y cuando las escuchaban se creían capaces de todo.

Querer, Poder y Conseguir tenían una banda sonora, una canción llamada Luna de Cristal que decía:

Todo puede ser, si yo quiero será
Los sueños se cumplen para los que sueñan
Todo puede ser, solo hay que creer
Todo lo que tenga que ser será…

Después de haber escrito esta entrada, vi en Facebook un vídeo de mi amiga Lara Broschat y en estas palabras, la vi a ella.

 Lara, te admiro.

No puedo acabar mejor





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